PRUEBAS DE ENSAYO
Las pruebas de ensayo son un recurso utilizado para la evaluación diagnóstica, para la formativa y para la sumativa. Permiten medir las habilidades que no pueden evaluarse con pruebas objetivas.
En este tipo de pruebas el estudiante
responde por escrito a preguntas de cierta amplitud en que se
valora que proporcione la respuesta esperada, pero combinándola
con su capacidad de razonamiento (argumentar, relacionar, etc.),
su creatividad y su espíritu crítico.
Requieren un estudio amplio y
profundo de los contenidos, sin perder de vista el conjunto de
las ideas y sus relaciones. Permiten apreciar la capacidad de
crítica, de síntesis, de comparación, de redacción y de originalidad
del estudiante.
OBJETIVO
Poner en práctica, en un entorno real o simulado, conocimientos, habilidades o actitudes adquiridos por el estudiante.
Las pautas generales para la elaboración de las pruebas de ensayo son las siguientes:
1. Determinar los contenidos de la materia que nos interesa evaluar.
2. Redactar un enunciado explicativo de la prueba y de los criterios de corrección que aplicaremos: destacar qué evaluamos (creatividad, comprensión, etc.).
3. Redactar las preguntas de la prueba con claridad con el fin de que no haya errores de interpretación sobre las respuestas que se piden.
4. Ordenar las preguntas dentro del cuestionario: ordenarlas y numerarlas según los criterios preestablecidos (orden secuencial en el temario, según su dificultad, etc.). Podemos limitar el espacio o dejar espacio libre. En algunos casos, también podemos limitar el tiempo de respuesta.
5. En el caso de actividades de autoevaluación, hay que preparar el material que tiene que servir para la corrección. Según los casos, la corrección puede hacerse presentando la información directamente, proporcionando bibliografía, o bien dando indicaciones sobre dónde encontrar la información adecuada dentro del material.
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